La rosa es el ingrediente por excelencia en la alta perfumería, pero aquí tiene un tratamiento diferente, porque los perfumes de esta marca no se parecen a los de ninguna otra. Por eso han elegido una rosa también distinta, la que crece al pie de las montañas de Taif, en el oeste de Arabia Saudí, un lugar donde es habitual su cultivo y que da como resultado una flor única con un aroma seductor.
Para conseguir este jugo hipnótico sus creadores han añadido bayas silvestres, café, almizcle blanco y ámbar.